Cardenal Sarah: la secularización llega a la Iglesia cuando se reduce la fe a la mentalidad del hombre moderno

Presenta en Roma la edición en alemán de «La fuerza del silencio»

Cardenal Sarah: la secularización llega a la Iglesia cuando se reduce la fe a la mentalidad del hombre moderno

El cardenal Robert Sarah ha advertido que la secularización entra en la Iglesia cuando deja de proponer una fe fundada en la revelación de Cristo, para reducirla a las exigencias y la mentalidad del hombre moderno.

(ACI Prensa/InfoCatólica) El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha presentado hoy en Roma la edición en alemán de su libro «La fuerza del silencio». 

«No es un misterio –y lo digo con gran sufrimiento–, que nuestro mundo moderno vive de hecho un alejamiento práctico de Dios», expresó el purpurado al reflexionar sobre la importancia del silencio como medio de acercarse al Señor.

Existe un ambiente cultural, afirmó, «donde se evita sistemáticamente estar un solo consigo mismo para mirarse dentro. El barullo, el chisme y las tecnologías enmascaran el vacío de un hombre que ya no sabe qué es vivir».

«Pero», sentenció, «aún más doloroso para mí es el constatar cómo esta superficialidad, esta impiedad injuriosa hacia Dios y hacia la persona humana haya entrado también en la Iglesia», y que la liturgia –a la que el Concilio Vaticano II llamó «fuente y culmen de la vida cristiana»– es la «que más sufre por la reducción secularista que ocurre también dentro de la Iglesia».

El cardenal Sarah insistó en que «a veces tengo la impresión de que esta secularización ha entrado también en la Iglesia y consiste exactamente en el reducir la fe a nuestra medida humana. En vez de abrir al hombre a la iniciativa de Dios, que es inesperada, detonante, liberadora, se piensa que el hombre de hoy puede creer mejor si le proponemos una fe que no se funda tanto sobre la revelación de Cristo y la tradición de la Iglesia, sino sobre las exigencias del hombre moderno, sobre sus posibilidades y mentalidad».

«¿Escuchamos hablar de fe, vida eterna, comunión con la persona de Cristo, de pecado como ruptura y rebelión contra Dios en nuestras homilías?» cuestionó. O «se intenta quizá cancelar todos estos gestos que no parecen ‘comprensibles’ al hombre de hoy, sustituyéndolos con un río de palabras que transforman nuestras eucaristías más que en celebraciones, en grandes espectáculos, en cuyo centro hay un hombre cerrado en sus problemas y en sus criterios», señaló.

En ese sentido, el cardenal Sarah señaló que el silencio no es un fin en sí mismo, «sino un silencio en el cual Dios pueda hablar y ser escuchado. El primado de Dios, la centralidad de Dios, la adoración de Dios y la santificación del hombre constituyen el corazón y la sustancia de la liturgia cristiana».

En ese sentido, señaló que el desafío del silencio es un gran reto porque «nos lleva al sentido verdadero de la existencia humana: la relación del hombre con Dios, y quizá mejor aún: la relación de Dios con el hombre».

El silencio, afirmó, es una condición necesaria porque «crea el clima que hace posible la acogida de la encarnación». Como dice «Benedicto XVI en su introducción, Jesús es silencio y palabra, y la Iglesia en sus expresiones es silencio y palabra que se fecundan recíprocamente».

Verdadera inculturación

En su discurso, el prefecto de Culto Divino también señaló que «la cuestión de la inculturación no es principalmente la cuestión de cómo podemos hacer más africana o más asiática o más aborigen la liturgia. Lo divino irrumpe en lo humano no para hacerse encadenar por lo humano, sino para abrirlo, para purificarlo, para liberarlo, para transformarlo, para divinizarlo. Tengo muchas veces la impresión de que nos ocupamos más de cómo hacer más ‘adaptada’ la liturgia que cómo ofrecer toda su riqueza». «No podemos aprisionar lo divino en las categorías humanas», insistió.

«El silencio es el clima interior, la actitud interior, la disponibilidad interior», afirmó, que «hace fecunda la palabra de la Iglesia».

En ese sentido, la autoridad vaticana indicó que a una Iglesia que está en riesgo de empobrecerse porque se encierra en juicios puramente humanos, «me permito con gran humildad indicar el camino del silencio para que cada fiel, pero también cada comunidad celebrante, se abra a la iniciativa de Dios y acoja toda la gracia que viene de Él».

 

22 comentarios

José Luis
• «…El ruido carece de control, igual que el navío sin capitán en un mar encrespado; mientras que el silencio es un paraíso, como un océano sin límites. El silencio es también un gran timón para conducirnos a buen puerto. Elegir el silencio es elegir lo mejor. El hombre que ama el silencio tiene la posibilidad de conducir su vida sabia y eficazmente» (Cardenal Robert Sarah, «La fuerza del silencio» frente a la dictadura del ruido. El silencio frente al ruido del mundo, I,96. 2ª. Edición. Pág. 69. Ed. Palabra)

Es un libro espiritual, que, si queremos buscar al Señor, necesitamos mantener el silencio, humilde, reverencial. Pues el ruido que no hay control, ni armonía, es obstáculo para nuestra santificación personal.

Mantener los teléfonos móviles/celulares apagados antes de entrar en la iglesia, pues vamos a tratar con Dios, por el bien de nuestra alma. No tratamos con los vecinos cuando estamos en la presencia del Señor en la iglesia, y en la Santa Misa.
29/05/17 8:31 PM
Juan Mariner
Cardenal, creo que la cosa es mucho más sencilla, para bien de todos los cerebros católicos, no se puede mantener ya ni un día más ese pacto diabólico entre la jerarquía católica y el sistema occidental desde hace ya más de 60 años. No caben las ideas de todos en un idílico régimen de democracia mayoritaria donde los derechos de unos acaban donde comienzan los de otros, porque no vivimos en "compartimentos estancos", y las consignas de los malos (los poderosos) van calando en el día a día de los buenos (los poderosos no porponen: directamente imponen). Este maldito acuerdo se firmó con la abyecta democracia cristiana, y debe ponérsele fin progresivamente.
29/05/17 8:50 PM
JAIME
Hay una obsesión en querer matar a DIOS y proclamar a voz en grito el lucimiento egoísta de un hombre autónomo; idea tan absurda como demoledora para la convivencia moral, lo que ha provocado dos guerras mundiales como cosecha. Y es por ello la aparición de la existencia del hombre divorciado de DIOS, capaz de cualquier barbaridad, alejado humanamente de un prójimo que finalmente no cuenta para nada. Esta locura intención de alejamiento de lo transcendental no es suficiente para la realización humana y social, sino que se inventan valores aberrantes que sustituyen a los de DIOS. Pero el hombre, a la corta, descubre que no puede vivir sin valores absolutos, y por ello como para ello se ha fabricado unos dioses de recambio, y su estúpido orgullo le ha permanecer en el error, poniendo cerrojos a su conciencia. ¿Y entonces ante este vacío que hace ?, pues busca deificar cualquier objeto como idea del mundo por absurda o brutal que sea. Pero esos sustitutos de DIOS le hacen caer en el vacío, y anestesian sus remordimientos. El poeta ruso Vassili Rozanov indicaba que " la razón más profunda de lo que está pasando, consiste, en que, en el seno de la Humanidad europea, se han abierto unos abismos colosales al disiparse el cristianismo, y en esas hondonadas todo se está precipitando". Y añade Ernst Jünger " De los altares olvidados han hecho morada los demonios".
29/05/17 9:24 PM
josep
la fe cristiana es acoger que Dios nos habla y hacerle caso.
29/05/17 9:40 PM
jordi
todo se seculariza en lugar de abrirnos a Dios.
29/05/17 9:40 PM
Frank Peña
Tiene ustéd buena talla de observador.
29/05/17 10:23 PM
Roberto
Juan Mariner

Entonces ¿que planteas?¿ Volver a una sociedad de cristiandad de carácter teocrático?
Las democracias occidentales no serán una maravilla, pero la democracia es el sistema "menos malo", sin llegar a ser bueno.
Parece que la iglesia ha planteado la libertad religiosa hace tiempo como modelo de sociedad donde cada uno siga su conciencia sin cortapisas administrativas o políticas.
Tampoco el sistema capitalista es una maravilla, ya lo sabemos que deja mucho que desear; pero ¿la experiencia del comunismo real (no ideal) como ha resultado?
No sé, puede que haya malinterpretado lo que quieres decir, ya me corregirás y te lo agradeceré.
29/05/17 11:14 PM
Victoria
Que importante que las personas practicaramos el silencio en nuestro
encuentro con Dios estar atentos a lo que nos quiere decir y poner en practica su palabra. Desde ya seria un mundo mas humano
30/05/17 12:02 AM
Fernando
Gracias por otra cátedra del Eminentísimo Cardenal Sarah. Cordiales saludos.
30/05/17 12:31 AM
Pepe
A mi parecer el problema de la secularización lo tienen exclusivamente los pastores de la Iglesia. Son ellos los que no tienen la doctrina clara.
Ellos son los que desde la segunda mitad del siglo pasado nos llevan conduciendo por derroteros que no son católicos, ellos son los que se inventan nuevas doctrinas...
Han dado un golpe de Estado en la Iglesia y ahora se quedan perplejos como si la culpa fuera de los laicos. Es muy grave esto que llevan haciendo, por eso grave es la denuncia que hago. La Iglesia tiene que mover al mundo, no moverse con el mundo. Desenmascaremos la falsa apertura al mundo y a las falsas religiones y herejías. ¡Hay que volver a la ininterrumpida tradición!
30/05/17 1:28 AM
Juan Mariner
Roberto: la cosa es más sencilla. Nada de teocracia ni cosas por el estilo. Los católicos somos transversales: conozco a buenos católicos en casi todas las ideologías (hay muchos tipos de democracia). La democracia mayoritaria liberal (todos sabemos que "corregida" por los poderosos si no sale en las urnas lo que ellos tienen planeado) no es un "dogma de fe" como algunos jerarcas nos quieren hacer ver. Hay que adelgazar la Iglesia en cosas superfluas y autofinanciarnos, sin depender de poderes estatalizados que coartan o ya eliminan la evangelización, dejar la política para la sociedad (el catolicismo no es un "sistema político" como el islam). Los eclesiásticos no deben ser archiveros, elementos de folklore, onegeístas, activistas culturales, burócratas, invitados en las fiestas oficiales, cargos civiles... Debemos ser un elemento transformador de la sociedad desde la Iglesia misma sin meternos en estructuras de poder civil siempre más que opinables ni tener trato directo con ellas, actuando con plena libertad según el Evangelio.

Hombre, "el sistema menos malo" con 100.000 abortos provocados al año sólo en España, con destrucción galopante de la familia, con corrupción generalizada en todas las estructuras (con unas pocas excepciones en pequeños Estados), con reparto de la riqueza injusto... Nazis y comunistas se quedaron cortos con estas estadísticas.
30/05/17 11:18 AM
Jordi
Sarah ve un cisma y herejía en su denominada "misa adaptada" o "misa inculturada" a lo aborigen, africano o a una comunidad concreta.

Está el grave caso de los sacerdotes comunitarios del Amazonas, laicos boni viri, sin seminario, electos rápidamente por la comunidad y destinados sólo a la comunidad.

Otro grave cado son las mujeres diaconisas, con funciones litúrgicas.

Si observo esto en una misa adaptada o inculturada, o veo sacerdotes comunitarios, desde luego no me verán jamás en tal misa.
30/05/17 11:53 AM
Miquel
Que los sacerdotes den menos espectaculos liturgicos y mas horas sentados a confesar a los fieles y a llevar direccion espiritual de sus feligreses. Sin eso la santa Misa se convierte en un acto social, de relleno y de comulgar si me da por ahi. Lo demás vendrá solo.
30/05/17 12:36 PM
claudio
Uno de los Padres enseñó preguntando: Cuando alguien está rezando el Padre Nuestro la voz de quién es la que escucha el Padre y reconoce ?. La voz de su Hijo. Esa unidad indisoluble entre oración y Cristo requiere seriedad, silencio, respeto. No es una conversación cualquiera de orden puramente humano. Cristo oraba -hablaba con el Padre- en silencio y apartado del ruido mundano. Por qué lo hacía ? para enseñarnos cómo se debe hacer. El silencio de Dios contrasta y antepone el ruido humano. La Iglesia se ha llenado de palabrería, hay demasiado ruido eclesial, crea desorden y el desorden ruidoso se ha trasladado a la Liturgia y ya no parece importar la horizontalidad que descree de la verticalidad hacia Dios. Es temible y temerario lo que está ocurriendo. Recemos.
30/05/17 3:00 PM
José Luis
Sí que hacen faltas sacerdotes que pasen su tiempo en el confesionario, ¡pero hay que perseverar!, porque siempre habrá algunos que necesiten esa limpieza interior, ayuda espiritual.
30/05/17 3:32 PM
Omar Navarro
Me parecen exelentes estas consideraciones; supongo que el cardenal aun apuesta por una posible reconsideracion dentro del catolicismo moderno, de empezar de nuevo a mirar a Dios, y menos al hombre y sus requerimientos psicologicos; incluidas sus vanas exigencias de que la enseñanza y la liturgia se adapten a su infantil y antropocentrica cosmovision.
30/05/17 4:40 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Excelente artículo. Este Cardenal es una maravilla. Diez cardenales como él y no estaríamos viviendo tanta desgracia. ¡Que el Espíritu Santo lo siga iluminando!
Muchísimas gracias a InfoCatólica por compartir todo esto.

José Luis: Muy buena tu aclaración en relación a participar como corresponde de la celebración de la Santa Misa: "Mantener los teléfonos móviles/celulares apagados antes de entrar en la iglesia, pues vamos a tratar con Dios, por el bien de nuestra alma. No tratamos con los vecinos cuando estamos en la presencia del Señor en la iglesia, y en la Santa Misa". Bendiciones.
30/05/17 8:44 PM
Recemos todos los dias el rosario y ya veremos como se transforma nuestra vida, nuestra familia, nuestra sociedad y nuestro mundo.
30/05/17 9:13 PM
Roberto Gonzalez
El Cardenal sumamente sabio en lo divino donde su
consejo es muy acertado en estos dias donde la
tradicion de la Iglesia es questionada e ignorada. El
Silencio es la respuesta.
31/05/17 2:43 AM
Rosío
Bendito sea Dios que inspira al Cardenal Sarah para decir la verdad. Ojalá todos fueran como él.
31/05/17 12:35 PM
María Jesús
GRACIAS a DIOS por usted Cardenal Sarah, EL ESPIRITU ilumina su inteligencia con LA LUZ DE LA VERDAD.
1/06/17 12:07 PM
maria jose
como dice el refran: de callar nunca te arrepentiras, de hablar muchas.
Gracias a todos los ministros de la Iglesia, por consagrar y dedicar su vida por entero a nosotros, sus fielis, su iglesia. una vez mas gracias , sin ellos nada seria posible.

No estaria mal que los feligreses apagaran o bajaran el sonido de los moviles,
3/06/17 5:53 PM

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