Aumenta el número de robos en iglesias de la Costa da Morte pero no son denunciados

La Guardia Civil dice que sin denuncia es difícil recuperar nada

Aumenta el número de robos en iglesias de la Costa da Morte pero no son denunciados

El número de robos cometidos en iglesias en la comarca «Costa da Morte» (Galicia, España) se ha disparado en lo que llevamos de año. Sin embargo, la mayoría no son denunciados.

(La Voz de Galicia) El expolio contra el patrimonio eclesiástico se ha convertido en los últimos años en el blanco perfecto de los delincuentes. Solo en el 2013 se registraron una docena de hechos delictivos contra iglesias, capillas o rectorales de la zona. En lo que va de 2017 se han disparado el número de hechos, pero en la Guardia Civil admiten que es muy complicado recuperar todos estos objetos debido a que no se denuncian los robos.

En el instituto armado recuerdan que algunos de los elementos robados tienen un gran valor económico y cultural. Recuerdan la sustracción de una talla policromada del siglo XVII en la capilla de Monte Torán, en Vimianzo, y otros artículos de gran valor así como dinero de los donativos.

De hecho, todas las sustracciones de las que constan denuncias en la Guardia Civil son de fuera de la comarca: A Pastoriza (Arteixo), Santiago de Arteixo, Cambre, Porto do Son, Oza-Cesuras y Mugardos son los casos contabilizados en lo que va de 2017. Miles de euros robados entre piezas de orfebrería y dinero en metálico.

 

5 comentarios

Vincetore
Y desgraciadamente irá en aumento. Y digo yo, aparte de las ofensas continuas a los católicos, ¿todos esos objetos no deberían estar en un museo centralizado a nivel nacional o en varios repartidos por España?
Ya sean los diferentes museos diocesanos u otros. Recordemos el robo del Codex Calixtinus de valor incalculable, por ejemplo. Este tuvo final feliz pero el disgusto no te lo quitaba nadie. En los tiempos que corren tan adversos para los cristianos, esos objetos no deberían estar tan desprotegidos.
12/05/17 9:19 AM
chico
Pues si no hay denuncias es que no hay interés por parte del Obispo para recuperar lo que le están robando. O, es que también ¡ se rinde ya !.
12/05/17 9:45 AM
Jesús
¿Pero por qué razón no se denuncian los robos? Es una falta de responsabilidad enorme. Los obispados, que de sobra estarán al corriente, deberían de dar instrucciones claras y precisas a los párrocos, y en caso de que los párrocos no quieran denunciar (que de todo estamos viendo...) que den parte al obispado y denuncie el obispado.
Esos bienes no son solamente suyos, pertenecen al patrimonio de toda la Iglesia y es una grave irresponsabilidad mantener esa situación de desidia.
A veces pienso que con los responsables que tenemos en las parroquias y en los obispados (clérigos y seglares)...no necesitamos enemigos.
12/05/17 10:12 AM
jose
Hola. Cuando no se denuncia normalmente es porque uno se cansa de que no se haga nada. Lo digo porque he tenido 3 asaltos en una iglesia y no he visto yo un gran interés por parte de la autoridad competente, (las declaraciones del delegado del Gobierno son un ejemplo, a él no le constaba nada cuando era un clamor; la guardia civil quejándose de la falta de medios). Si denunciamos es para q no digan q ha bajado la delincuencia en las estadísticas. Un día estuve esperando a las fuerzas del orden casi cuatro horas, me enfadé y me largué. Esa vez no denuncié.
Creo q los comentaristas hablan sin mucho conocimiento y a la ligera en muchos casos.
Otro ejemplo: se acuerdan de la campaña igrexa segura de la xunta a raíz de lo del Codice? Simple propaganda, no hay nada.
12/05/17 6:36 PM
Eiztarigorri
La práctica de no denunciar no es nueva y se deriva de una mala interpretación del consejo evangélico de poner la otra mejilla. Jesucristo animó a perdonar las ofensas personales. La palabra personal es clave porque algunos pretenden ser más cristianos que Cristo. Loa que Cristo dice es si alguien "te" abofetea, si alguien "te" ofende, etc.. Ese "te" no es cualquier cosa, se refiere a "ti". Es decir la obligación evangélica se refiere a la ofensa privada, al inimicus, es decir al enemigo privado, pero no a la ofensa pública que no sólo se puede sino que se debe resistir y el propio Cristo da ejemplo de ello en el Templo porque la ofensa de los mercaderes no es contra Él sino contra el Padre al cual se dirige el culto judío. El problema es que los comunistas, los masones, los buenistas y los idiotas, que de todo hay, se creen más buenos que Cristo y como eso no es posible predican cosas distintas a las que predicó Cristo, como la no violencia y bobadas semejantes, que jamás han formado parte del cristianismo ni del catolicismo. Un robo sacrílego es una ofensa directa contra el primer mandamiento de la ley de Dios y quien lo puede perdonar es Dios, no el párroco de turno, porque la iglesia no su casa. A ver si aterrizamos. Las ofensas que no se responden animan a la impunidad y no son una muestra de fervor evangélico sino de cobardía.
13/05/17 8:22 AM

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