La Academia Pontificia de las Ciencias reclama políticas globales contra la exclusión social

Celebró su Asamblea Plenaria en el Vaticano

La Academia Pontificia de las Ciencias reclama políticas globales contra la exclusión social

La Academia Pontificia de las Ciencias Sociales ha celebrado su Asamblea Plenaria de cuatro días en el Vaticano, sobre el tema de la exclusión social, con el título «Hacia una sociedad participativa. Nuevas vías para la integración social y cultural».

(Zenit) La plenaria ha abordado la cuestióon de la integración de las personas de acuerdo a sus capacidades, en el contexto de un mundo globalizado, lo que no significa querer acabar con las desigualdades sino principalmente con la pobreza, explicaron los relatores.

Con motivo del evento, el papa Francisco envío un mensaje especial, publicado en el Osservatore Romano el 29 de abril, que ha sido el telón de fondo y el hilo conductor de los trabajos.

Los participantes en la Asamblea Plenaria han abordado la cuestión de la sociedad participativa definiendo en primer lugar los conceptos de participación, lucha contra la exclusión e integración social y cultural, para luego considerar los fenómenos empíricos, sus causas y las posibles soluciones. Se trata de conceptos y procesos multidimensionales que no son idénticos entre sí y, sin embargo conectados de varias maneras.

La participación puede ser institucional o espontánea. La exclusión puede ser activa (intencional, como en el caso de la discriminación por motivos de origen étnico o religioso) o pasiva (debido a causas accidentales, como una fuerte crisis económica).

En ambos casos es el resultado de procesos que se han analizado en sus mecanismos generativos, dado que la integración social y cultural es el resultado de la modificación de estos mecanismos, que son económicos, sociales, culturales y políticos.

El objetivo de la inclusión de las personas y comunidades en la sociedad no puede perseguirse c​​on medidas forzadas o de una forma estandarizada (por ejemplo, con sistemas escolares que no toman en cuenta las diferencias culturales y las culturas locales). Una participación social real es posible sólo a condición de que haya libertad religiosa.

Los trabajos han puesto de manifiesto la preocupación por la propagación de la fragmentación social, por un lado y , al mismo tiempo, por la incapacidad de los sistemas políticos para gobernar la sociedad. Estos dos fenómenos se están extendiendo en muchos países y crean situaciones de fuerte desintegración social, en la se hace cada vez más difícil crear formas de participación social basadas en los principios de justicia, solidaridad y fraternidad.

Las causas de estas tendencias perturbadoras que actúan en contra de una sociedad más participativa se han identificado en la crisis de la representación política, en las crecientes desigualdades sociales,en los desequilibrios demográficos a nivel mundial, en la creciente migración y el alto número de refugiados, en el papel ambivalente de las tecnologías de información y comunicación, en los conflictos religiosos y culturales.

Ciertamente, el factor más importante en contra de la participación social es la creciente desigualdad social entre élites restringidas y la masa de la población. Las estadísticas sobre la distribución de la riqueza y las oportunidades de vida indican las enormes diferencias entre los países entre sí y en el interior de los mismos.

Suscita gran preocupación el hecho de que en Europa y América, la clase media se haya debilitado mucho, a diferencia de otros países como India y China, donde se ha fortalecido. Hay que señalar que cuando la clase media sufre contratiempos, la democracia participativa está en peligro.

A pesar de todo esto, se puede trabajar para una mejor «sociedad participativa» siempre que se consiga instaurar una verdadera cooperación subsidiaria entre un sistema político que se haga sensible a la voz de los que no está representados, una economía civilizada y formas asociativas de sociedad civil basadas en redes de reciprocidad. Es necesario crear formas circulares de participación «top-down» a «bottom-up» ( de arriba abajo y viceversa), valorizando las realidades intermedias basadas en el principio de colegialidad.

En esencia, una sociedad participativa es aquella que defiende y promueve los derechos humanos, consciente de que la legislación sobre ellos no puede lograr ningún proyecto utópico de transformación social, sino crear solamente condiciones positivas dentro de las cuales las personas y los grupos pueden actuar con ética, es decir, tener la oportunidad de dedicarse al bien recíproco , y de poner a punto nuevas iniciativas sociales que generen una mayor inclusión social.

 

6 comentarios

María
La iglesia en el plan que está debiera de presentarse como partido político a las elecciones, porque de esta manera lo ´nico que hace es enredar en todas partes y no solucionar nada. En Venezuela y los países de América en un principio apoyaron todas las dictaduras, luego como ven que han salido rana ahora se ponen en contra y quieren mediar, lo único que hacen es engañar y complicar las cosas.
3/05/17 10:58 AM
luis
Estimados, que clase de mensaje es este? parece un mensaje de las Naciones Unidas o grupos de ideología de genero.

NO SE MENCIONA A CRISTO, DIOS, LA IGLESIA, VALORES MORALES CATOLICOS.
Me gustaría saber quien es esa señora, será católica?

MENSAJE PAUPERRIMO
3/05/17 12:59 PM
JCA
Si todo este rollo de vaguedades liberaloides tiene algo que ver con la Doctrina Social de la Iglesia (defensa de la propiedad privada, del principio de subsidiariedad, de la dignidad de la persona, etc.) y no con las pergeñaciones de un comité mundialista, que baje Dios y lo vea. El día que le den la patada a Marcelo Sorondo lo celebraré con champán.
3/05/17 1:51 PM
Jaime
Miren, en mi opinión, mientras no se cambie el sistema financiero " poco habra que hacer ". Y además hay que arrancar con que el ser humano en este mundanal ruido " es un fin y no un medio ". Hay alimentos para el doble de la población mundial, y se desperdicia gran cantidad de alimentos; es un argucia de entes o élites para justificar la necesidad de reducir la población; cuando las ideologias se les acabaron los argumentos se meten en la intimidad de las familias y en minusvalorizar a la " criatura de Dios ". Yo no le negaria el alimento y el resguardo en una vivienda ni a mi peor enemigo, y Dios me escucha. Pero otros parece que son dioses del poder y la política y creen poder destruir. Ay¡¡, si ellos - los épulones de siempre - se vieran con graves necesidades economicas como cambiarian sus ideas. Y María, con cordialidad, es una chorrada, cuando te metes con la Santa Iglesia, pues la que más ayuda a los pobres y necesitados, ¡ pregunta ¡.
3/05/17 1:56 PM
Trabucaire
Por Dios Bendito, la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, no una Ong. Otro despropósito más.
3/05/17 3:20 PM
chico
Pues yo veo bien todo esto así: El Vaticano es un Estado para Evangelizar. Y se evangeliza en todos los frentes. Dando doctrina, y también orientando a la gente en diferentes asuntos. Y esto hace esta Academia de ciencias Sociales porque su cometido es éste y no, el de hablar directamente de espiritualidad.
3/05/17 4:22 PM

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