Papa Francisco: «La solidaridad es el antídoto más eficaz contra los modernos populismos»

Discurso ante los líderes de la Unión Europea

Papa Francisco: «La solidaridad es el antídoto más eficaz contra los modernos populismos»

El Papa Francisco instó este viernes a los líderes de la Unión Europea (UE) en el Vaticano a «volver a pensar en modo europeo» y les recordó que su identidad «es y siempre ha sido una identidad dinámica y multicultural».

El pontífice, en un discurso pronunciado en la Sala Regia del Vaticano, dijo que la historia europea está marcada por «el encuentro con otros pueblos y culturas» e instó además a Europa a considerar que la solidaridad es «el antídoto más eficaz contra los modernos populismos».

Francisco aludió también a la «grave crisis migratoria» que afronta la Unión y dijo que no es solo «un problema numérico, económico o de seguridad», sino que apela a Europa a plantearse qué cultura está en condiciones de proponer.

El Papa añadió que la riqueza de Europa «ha sido siempre su apertura espiritual y la capacidad de plantearse cuestiones fundamentales sobre el sentido de la existencia».

«Parece como si el bienestar conseguido le hubiera recortado las alas, y le hubiera hecho bajar la mirada», consideró el Papa ante los líderes de 27 países de la UE (faltó la representación del Reino Unido, que lanzará próximamente su proceso de salida de la Unión) y de sus instituciones.

Sobre los populismos, el Papa dijo que «florecen precisamente por el egoísmo, que nos encierra en un círculo estrecho y asfixiante y no nos permite superar la estrechez de los propios pensamientos ni 'mirar más allá'» y añadió que Europa «es una familia de pueblos y, como en toda buena familia, existen susceptibilidades diferentes, pero todos podrán crecer en la medida en que estén unidos. La Unión Europea nace como unidad de las diferencias y unidad en las diferencias». «Cuando un cuerpo pierde su dirección y ya no es capaz de mirar hacia adelante, experimenta una regresión y, a la larga, corre el riesgo de morir», dijo el Papa a los líderes europeos.

«Por eso las peculiaridades no deben asustar, ni se puede pensar que la unidad se preserva con la uniformidad», estimó el pontífice. El Papa alabó el «patrimonio moral y espiritual» de Europa, del que dijo que es «único en el mundo, que merece ser propuesto una vez más con pasión y renovada vitalidad, y que es el mejor antídoto contra la falta de valores de nuestro tiempo, terreno fértil para toda forma de extremismo».

 

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