Dice que todas las religiones quieren la paz

El Papa opina que no hay una guerra de religiones

El papa Francisco ha afirmado en el avión que le ha conducido a Cracovia que «el mundo está en guerra porque ha perdido la paz», pero ha aclarado que no se trata «de una guerra de religiones». «Hablo en serio de guerra, una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos. Pero no es una guerra de religiones, porque todas las religiones quieren la paz», ha dicho.

(Efe) Con un tono apesadumbrado que ha roto la alegría correspondiente a un viaje en el que se encontrará con cientos de miles de jóvenes, el papa Francisco ha querido comentar los últimos episodios de violencia y los atentados, como el asalto este martes a una iglesia en el norte de Francia en el que fue asesinado un sacerdote.

El Papa ha dicho que la primera palabra que viene a la cabeza sobre el actual momento de violencia es «inseguridad, pero que la verdadera palabra es guerra». También se ha referido al religioso francés de 86 años Jacques Hamel, asesinado mientras celebraba misa en la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía, pero ha querido recordar la muerte de muchos inocentes y no sólo en Europa.

«Desde hace tiempo decimos que el mundo vive una guerra a trozos. Recordamos a este santo sacerdote que ha muerto en el momento en el que recogía las oraciones para la Iglesia. Él es uno, pero cuántos cristianos, cuántos inocentes, cuántos niños...Pensemos, por ejemplo en Nigeria», ha afirmado el pontífice. Asimismo, se ha referido al actual momento como una guerra «no orgánica», es decir no declarada, pero «sí, organizada».

En el vuelo que le llevaba a Cracovia para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco ha puesto sus esperanzas en los jóvenes: «Dicen que la juventud es esperanza, pues esperemos que los jóvenes nos digan algo y nos den algo de esperanza en este momento».

El papa Francisco ha agradecido a todos aquellos que en estas horas le han enviado mensajes de pésame por el asesinato del sacerdote, y en particular ha destacado la llamada de teléfono que le hizo el presidente francés, François Hollande, quien le transmitió «su pesar como un hermano».

El pontífice envió ayer un telegrama de pésame a la Iglesia francesa en la que decía estar «particularmente afectado por este acto de violencia», imploraba «la paz de Dios para todo el mundo» y pedía «al Señor inspirar a todos los pensamientos de reconciliación y hermandad tras este nuevo suceso».

 

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