¡Basta de permanecer en silencio! ¡Gritemos!

Sacerdotes de Wenzhou «Donde es removida una cruz, serán construidas un millón de cruces»

El clero de la diócesis meridional china de Wenzhou ha invitado «a todos aquellos que buscan la justicia en su corazón» a intervenir de manera pacífica y de acuerdo a la ley para frenar la campaña de demolición en curso en Zhejiang. Los funcionarios que la llevan adelante «actúan por venganza» y «deben ser llevados ante la justicia». Los sacerdotes se muestran «listos para todo, incluso la muerte, para hacer lo que es justo» y asegura que donde sea demolida una cruz «surgirán allí millones».

(Asia News/InfoCatólica) Carta abierta del clero católico de la dócesis de Wenzhou a todos los cristianos y ciudadanos chinos.

¡Gritemos! ¡Basta de permanecer en silencio!

El año pasado el gobierno de la provincia de Zhejiang lanzó la campaña  «Tres ajustes y una demolición»; a lo largo del tiempo ha empeorado cada vez más, y ahora la naturaleza de esta campaña ha cambiado totalmente. En este momento, hay una clara intención de eliminar las cruces de cada una de las iglesias. En toda la nuestra dióceses no hemos sido serviles ni sumisos. Hemos sido propositivos, hemos orado de manera ardiente, hemos comunicado la situación de manera racional y hemos observado la situación con calma, esperando que las nubes negras pasaran.

Pero algunas personas no sólo no han desacelerado esto sino que se han vuelto más agresivas áun; como si pensaran enfrentar un enemigo mortal cuando tenían en su mira al símbolo del amor universal: la Cruz. Han omitido los deseos de las masas y han presentado las «Regulaciones de la provincia de Zhejiang para los edificios religiosos», que ni siquiera están de acuerdo con la jurisprudencia básica; se han burlado de la población y han buscado llevar adelante sin tregua su campaña para tirar abajo cada una de las cruces.

Y no sólo eso. Nuestras peticiones pacíficas así como las manifestaciones de apoyo llevadas adelante por nuestros parroquianos han sido tratadas como conductas ilegales. Realmente es verdad el antiguo proverbio chino «el funcionario [gubernamental] puede provocar incendios, pero la gente común no puede ni siquiera encender una lámpara». Pero «detén el agua de un arroyo y habrá una inundación; ponte a callar la voz del pueblo y habrá un desastre aún peor». ¿Es verdaderamente el caso que un gobierno que declara servir al pueblo lleve nuevamente a una nación hacia lo que Liang Qichao definía como «un gobierno que no se destaca en nada, más que en la represión de sus propios ciudadanos»?

Más buscan suprimir el reclamo de justicia, más demuestran la seriedad de la crisis social, la frágil confianza en su dominio y su incapacidad para manejar la cuestión. Si continúan eliminando las cruces como si se tratase de una enfermedad grave, entonces China - que luego del Gran salto adelante y la desastrosa Revolución cultural está camino a un desarrollo pacífico - será arrojada en una nueva calamidad.

En tanto individuos con derechos humanos otorgados por Dios, cada una de las personas tiene derecho a creer. Para salvaguardar la cruz y preservar nuestro derecho básico a la libertad de credo continuaremos vigilándonos y defendiéndonos los unos a los otros, montando una resistencia nacional y razonable.

Como ciudadanos de China anhelamos una democracia más profunda y más inclusiva, y un estado de derecho. Aquellos dirigentes que obligan a sus subordinados a participar [en las demoliciones], emanando órdenes que imponen a los demás que deben destruir; aquellos que violan la Constitución; aquellos que voluntariamente infringen la dignidad de la ley, violan procedimientos administrativos, usan el propio poder para confundir el derecho, minando sin más el estado de derecho... Todas estas personas están siendo denunciadas de manera decisiva y es necesario resistirlas. Deben ser llevadas ante la justicia.

Como hijos e hijas de la Iglesia, todos nosotros anhelamos una situación de paz y estabilidad a largo plazo. De ningún modo podemos retroceder allí donde «la gente ordinaria sufre ya sea en tiempo de prosperidad o de crisis»; no permitamos que nadie vaya contra el desarrollo armonioso.

Todos los cristianos de China llevan dentro de sí un sentido de misión, rindiendo honor al Señor y haciendo el bien frente al prójimo. Al mismo tiempo, hemos deseado por tanto tiempo una situación cultural, religiosa y social que fuese tolerante, en la cual adaptar la religión cristiana a la cultura china. Las autoridades de la provincia de Zhejiang demolieron las cruces como venganza. ¿Es éste vuestro modo de entender la «chinacización de la religión» anunciada ya hace algún tiempo por Xi Jinping?

En un momento en el cual cual «el viento está soplando a través de la torre y anuncia una tempestad en aumento en la montaña», tomaremos sobre nosotros aún más la gran responsabilidad de rejuvenecer al pueblo chino, y creeremos siempre más firmemente que nosotros somos también la espina dorsal y la bendición de la nación china. Mirando las cruces caer una tras otra, hemos gritado de rabia y hemos enjugado lágrimas de dolor. Pero usaremos con sabiduría cada método disponible para volver a erigir las cruces. Donde es removida una cruz, serán construidas un millón de cruces: en el corazón de cada hombre, a lo largo de las avenidas y en los callejones, y en la casa de cada familia.

La Iglesia, en el curso de su historia, ha crecido y ha prosperado bajo la persecución o el favor del soberano. Nosotros suplicamos ardientemente la misericordia del Señor, que nos conceda el coraje de morir por aquello que es justo, por la paz de la nación, por el verdadero crecimiento de la nación china, listos para hacer cualquier sacrificio que nos sea pedido.

Como está escrito en la Biblia (Amos 5, 24): « ¡Que el derecho corra como el agua, y la justicia sea como un torrente inagotable!». Por la libertad de la religión, por la dignidad de la ley, para el continuo desarrollo de China, para el bienestar a largo plazo del pueblo chino, todos los creyentes a lo largo de toda China, aquellos decenas de millones [de personas] plenas del sentido de justicia – ¡Basta de permanecer en silencio! ¡Gritemos!

El cuerpo entero del clero cristiano de la diócesis de Wenzhou

 

8 comentarios

Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Oremos, oremos, oremos. Nosotros podemos acompañarlos con nuestra oración.
13/08/15 12:40 PM
antonio
Podemos de Aragón dice que los contenidos de la clase de religión chocan con la sociedad-

¡Basta de permanecer en silencio! ¡Gritemos!
Sacerdotes de Wenzhou «Donde es removida una cruz, serán construidas un millón de cruces»!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Que El Altisimo los siga Bendiciendo, estos son mis hermanos, un verdadero ejemplo, aparte de Corredimir, llendo al Martirio, con el Espiritu Santo, y recibir su fuerza en cada Eucaristia, está en la forma de confesar a CRISTO, exponiendose a todo.Llenos de Mártirez(China), Monseñor Shi y Otros están intercediendo por ellos desde el cielo!!!!!
Que intercedan por la Iglesia Universal!!!!Los Mártires!!!!GIGANTES, en está hora, su poder en el cielo es altisimo, están al lado de la Santisima Trinidad!!!!!!

Muchas Gracias!!!!!!Son un Ejemplo!!!!
13/08/15 12:56 PM
Juan Carlos ⛪
Y por casualidad en China también habrá "cristianos de base" exigiendo que se boten las cruces?
13/08/15 4:32 PM
rastri
Con la cruz y ante la Cruz recordando el ejemplo del Crucificado no queda otro remedio que inclinarse si se quiere vencer.
13/08/15 7:41 PM
laura
El Señor, nos està mostrando con èstas situaciones que debemos
estar màs unidos que nunca en la oraciòn y la Adoraciòn Eucaristica, para vencer la alienaciòn reinante.
Venzamos perseverando sin desfallecer, sabiendo que EL TRIUNFARÀ.
Muchas bendiciones hermanos y no dejemos de invocar a Nuestra
Madre, que recibiò de Dios el poder de vencer al maligno.
13/08/15 11:02 PM
Cristianos mártires de China, un ejemplo para occidente,,,!!
Israel vio la caída de los dioses... Pidamos a Dios que si vivimos el tiempo del Final, tengamos la dicha de ver el triunfo de La Cruz, de ver el triunfo del Único Dios por Jesucristo nuestro Señor!
13/08/15 11:15 PM
Silvia Inés
San Francisco Javier los bendiga y fortalezca, amigos de la cruz!
14/08/15 11:50 PM
Victor Lachapelle - Santo Domingo, R.D.
(Enviado por segunda vez)

¿Por qué será que los comunistas le temen tanto a una inofensiva cruz? La respuesta es simple: Satanás también le teme a la cruz y la odia porque él sabe lo que ese símbolo cristiano significa. ¿No será, entonces, que ese mismo odio él se lo ha transmitido a sus discípulos para que destruyan todos los signos cristianos que encuentran en el camino? No me cabe ninguna duda de que esa es la respuesta al permanente acoso que los gobiernos comunistas mantienen contra los cristianos.

Si nuestra Iglesia siguiera la corriente mundana, el mundo la apreciaría. Estos actos vandálicos confirman lo que Jesús les advirtió a sus discípulos y nos lo advierte también a nosotros ahora:

“Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mi me odió primero. Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo…Si a mi me han perseguido, también a ustedes los perseguirán…” (Jn 15, 18-20).

Señor Jesús: acuérdate de esos hermanos chinos y de todos los cristianos que son perseguidos en el mundo por cometer el único “delito” que los que están en la tiniebla no soportan: ser discípulo tuyo, amén.

¡¡Alabado sea el nombre de nuestro Señor Jesucristo!!

Un cordial saludo.
15/08/15 8:15 PM

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