«Un trayecto duro, que merece la pena»

Sor Cristabel López Norniella. Nueva profesa en el convento de Dominicas de Cangas de Narcea

Esta joven de 28 años vivía con sus padres en Piedras Blancas, y trabajaba como ayudante de pastelería en Avilés, hasta que, sintiendo la vocación, lo dejó todo para ser monja de clausura. Asegura que en su vocación «Jesús te espera en cada recodo, listo para de mostrarte ese Amor que te tiene. Es inigualable»

(Alfa y Omega/InfoCatólica)

¿Cómo fue esa llamada o esa vocación a entregar tu vida a Dios?

Tendría unos 16 o 17 años cuando sentí que el Señor me quería para Sí. Tardé años en decidirme en serio para responderle con ese sí que Él esperaba y yo no me atrevía a darle. La enfermedad y muerte de mi padre durante ese tiempo influyó, en parte, pero aún yo no estaba lista para dar el paso. Mirándolo en perspectiva era demasiado niña…

¿Cómo explicarías a todo el mundo lo que es sentir una llamada de este tipo, una vocación tan especial como es la de la vida contemplativa?

No puedo hablar más que de mi propia experiencia, así que eso voy a hacer. Para mi empezó con un gran vacío interior, nada me llenaba, nada me movía. No diré que el mundo dejó de tener atractivo, sería mentir, pero me faltaba algo, algo más importante, más trascendente. Una vez descubrí qué era, o más bien, Quién era el que me faltaba; poco a poco todo fue ganando un nuevo sentido. Con el tiempo te va mostrando dónde te quiere con pequeños signos que si no miras a través de la fe no verás, no entenderás. A mi me trajo aquí, a Cangas del Narcea, trastocando todos mis planes. A veces no es fácil decir sí, cuesta renunciar a todo lo que has soñado y tomar un nuevo camino de sacrificio, pero vale la pena, porque al final Jesús te espera en cada recodo, listo para de mostrarte ese Amor que te tiene. Es inigualable.

¿Cómo descubriste el Convento en el que estás actualmente?

En Internet. Ya había conocido, en la red, a las dominicas de Segovia; pero me parecía que estaban muy lejos, así que busqué algo más cerca de mi familia. Entre todas las cosas encontré una pequeña mención en un artículo a este convento, y me puse en contacto con la Madre priora de la comunidad, y unas semanas después estaba dentro.

¿Por qué precisamente las dominicas? ¿Qué tienen de especial?

En un principio no tenía una Orden específica en mente, como dije antes, fue la primera que apareció cuando busqué en la red; pero cuanto más me informaba sobre la Orden Dominicana más me gustaba. No hay que desconfiar del Señor. Él nos conoce y no se equivoca, Él sabe dónde nos quiere.

¿Cómo reaccionó tu familia al conocer la noticia de tu vocación?

La primera reacción en mi familia, no fue demasiado buena. Creo que la única que no reaccionó mal fue mi abuela. No soy muy dada a hablar de este tipo de cosas, así que les pilló por sorpresa. Con el tiempo han llegado a aceptarlo y alegrarse por mí.

La vocación a la vida contemplativa no es fácil de entender, muchas veces ni siquiera por los propios cristianos. En la sociedad en general, se valora mucho más la acción y la entrega de una vida desde una perspectiva misionera, por ejemplo, con los más necesitados. Desde el convento, ¿qué podéis hacer por el mundo?

Nosotras en el convento también somos misioneras; estamos en el claustro, es verdad, pero, a la vez, estamos con los refugiados y las víctimas de Irak, de Siria; estamos con los que sufren a causa de la crisis, con los enfermos, con los marginados, con los drogadictos… Es cierto que no estamos con ellos físicamente, pero cada día los presentamos al Señor en nuestras oraciones tanto privadas como en la Liturgia de las Horas. Ese es uno de nuestros cometidos: presentar ante Dios las penas y alegrías de nuestros hermanos y ser Su testimonio en el corazón de la Iglesia.

¿Qué les dirías a los jóvenes asturianos que pueden estar leyéndote, que se sientan identificados quizá con tu vida, con ese vacío del que hablabas antes, y que nada parece llenar? ¿Les animas a que tengan una experiencia como la tuya?

Les diría que merece la pena, que aunque en apariencia renuncias a muchas cosas que parecen importantes, en realidad no pierdes nada, sino que lo ganas todo. El trayecto parece largo y solitario, pero no lo es porque llevas contigo al mejor compañero de camino; es Él el que te lleva cuando a ti ya no te quedan fuerzas, lo único que tienes que hacer es dejarle actuar, es entregarte a Él; no dejar que el miedo te impida decidir porque al final Él te da fuerza para sobrellevar con paz hasta lo más duro.

Anabel Llamas/Semanario Esta Hora

4 comentarios

voy
Cada Vocación es un milagro de la gracia de Dios y un tremendo misterio. Esto es más milagroso que hacer pan de una piedra. Porque aquí hay que cambiar una voluntad humana a una voluntad de Fe.
20/12/14 8:58 PM
pacomio
Hace 50 o 60 años esto no era noticia. Por docena profesaban monjas y frailes de todo color y observancia... Pero la "primavera" secó los huertos vocacionales, las "ventanas abiertas" produjeron corrientes mortíferas, y ahora...
Felicitaciones a la Rvda. Hna. ¡Dios la colme con el espíritu de Sto. Domingo!.
Pero roguemos que se revierta la triste posición de los últimos años de DESERTIFICACIÓN Y MUERTE vocacional, y nos dé el Señor un renovado Pentecostés, de fervor y fidelidad vocacional.
21/12/14 10:40 AM
Salud E.de Aldecoa Pereda
Esta vivencia de vida se puede aplicar a cualquier estado de las personas, porque el solohecho de pensar en los demas y demostrar el espiritu de servicio por el que DIOS, te ha marcado, sacrificando lo que posees para compartirlo o dejandoselo al que lo necesite, eso es pensar que DIOS, esta presente en tu diario vivir, y no solo es sacrificio material si no es satisfaccion de poder dar sin pensar en que tu lo podias tener para ser feliz que al fin y al cabo todo en esta vida es efimero y fugaz, hay que vivir el dia a dia con DIOS por delante por supuesto,
21/12/14 8:07 PM
Católicos por tu web
No creemos en primaveras modernistas y tampoco en que la culpa venga del Concilio Vaticano II. ¿Habéis pensado alguna vez como se anuncia el Reino y concretamente esta opción de consagración o sea la vida contemplativa? Eso es lo que pasa, que los jóvenes quieren seguir a Alguien y no a algo, la vida religiosa no es una cosa más de la Iglesia, es el signo preclaro de la elección y predilección de Dios-Amor, por algunas personas a las que ha llamado a estar más cerca si cabe de Él. Lo que hace a un/una joven platearse el dejarlo todo, ser generoso/sa no son hábitos largos, ni costumbres, leyendas o historias, preciosas por otro lado, no es eso.

Lo que nos hace dejarlo todo es Cristo, Cristo es la razón, la única y válida razón del que encontrando el tesoro lo deja todo. Si no se presenta como una relación de amor, donde ambas partes se dan enteras, donde ambas partes eligen seguir el camino en compañía del otro se desvirtua el camino de la vocación y se legaliza reduciendose a normas que sin Cristo, carecen totalmente de sentido. Más de una descripción legalista de lo que es la vida consagrada abunda por internet, y desde fuera no se ve más que un conjunto bien ordenado de formas, normas, renuncias e imposiciones, hablo como jóvenes. Sin embargo, el centro sigue siendo esa relación íntima con Jesús, que enamora el alma, que la cambia, que la plenifica y le da alegría. Nos parece que existe en la mente de algunos/nas mucha...demasiada añoranza por lo pasado, pero la Vida co
2/08/17 1:35 PM

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