«Nadie puede desertar»

Francia: Mons. Habert exhorta a sus fieles a combatir públicamente las leyes inicuas de ingeniería social

Mons. Jacques Habert, de la diócesis francesa de Sées, ha exhortado a sus fieles a manifestarse públicamente en todos los ámbitos de la sociedad donde se aborden cuestiones relacionadas con las leyes de ingeniería social que se han aprobado en las últimas décadas. Pide sobre todo que haya una voz católica en debates sobre el aborto, el «matrimonio» homosexual, la eutanasia, la fecundación asistida y la investigación con embriones humanos.

(Luis F. Pérez/InfoCatólica) El prelado advierte que lo que está en juego con todas esas leyes es el concepto del ser humano y su dignidad. 

Mons. Habert explica que es necesario advertir que no todo aquello que se presenta como avances de la ciencia es moralmente aceptable.

El obispo explica que la Iglesia permanece vigilante ante todas esas novedades que están en contradicción frontal contra la cosmovisión catolica del hombre y la sociedad: «Es el futuro del hombre y el bien común lo que está en juego»

Tras negar que la Iglesia quiera ser parte activa en la tarea legislativa -no es esa su función-, el prelado francés afirma que su misión es iluminar las conciencias de los hombres y de la sociedad. 

A la pregunta «¿qué es la Iglesia?», Mons. Habert responde que desde luego lo son los obispos y sacerdotes, pero también el resto del pueblo de Dios y tras resaltar a quienes están especializados en colaborar con la Iglesia en la pastoral familiar, de la salud, de la preparación al matrimonio, de la juventud, de la educación y en los servicios sociales, asegura que «nadie sobra» a la hora de participar en el ámbito de la política y de los movimientos cívicos.

Ante la tentación de dejarse llevar por la idea de «que hagan lo que quieran, porque no nos afecta», el obispo recuerda que según la Constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II:

Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón.

Mons. Jacques Habert da las siguientes indicaciones para que los fieles puedan cumplir bien su misión de llevar la voz de la Iglesia ante la sociedad:

  • Hablar sin usar eslóganes e ideologías simplistas.
  • Formarse bien sobre lo que la Iglesia enseña en cada materia.
  • Entrar en el debate político pero sin dejarse arrastrar por la dinámica que divide todo entre izquierda y derecha. Escribir a los cargos electos es un buen medio de comunicación.
  • Apoyar a todas las organizaciones cívicas que hacen una buena labor en los temas antes mencionados.
  • Rezar. Tomar como ejemplo la Vigilia por la Vida inciada por Benedicto XVI en el primer domingo de Adviento.
  • Manifestarse públicamente, mostrar el disenso. El movimiento  «la manif pour tous» (la manifestación para todos) se ha enfocado firmemente en esas cuestiones.

El obispo acaba su carta con una exhortación: «nadie puede desertar»; y pide que el texto sea leído por todos los fieles para que mediten como colaborar en esa tarea, tanto personalmente como en equipo.

5 comentarios

JuanM
Cuando depositamos la confianza en personas para que lideren esa lucha (los políticos, incluso no pocos obispos), en personas que dicen ser católicas, que dicen pertenecer a alguna "obra" y luego vemos y constatamos que están más preocupados del aplauso y el poder, se hace difícil que las voces formen un sólo grito de protesta y, acaban siendo pequeños murmullos y a destiempo.
2/10/14 9:24 AM
Néstor
Como van las cosas, aquí tienen que ser organizaciones de laicos (seglares) los que se pongan a trabajar a nivel de activismo social y de compromiso político, que son los dos niveles en que se juegan estos temas. Los laicos tienen derecho a formar asociaciones privadas de fieles, que no representan oficialmente ni oficiosamente a la Iglesia, pero obviamente se guían por sus enseñanzas. Se ha venido insistiendo mucho después del Concilio en que lo propio del laico es el compromiso en lo temporal, en el mundo. Para eso tienen que tener muy claras las cosas y estar muy informados sobre la realidad. Y conocer, obviamente, en detalle la doctrina católica.

Saludos cordiales.
2/10/14 1:53 PM
Pedro de argentina
Por favor Mons. Habert venga a la Argentina que va en caída libre hacia el abismo en todas esas cuestiones!!!!!!!!!
2/10/14 6:29 PM
Pepito
La misión de la Iglesia no es sólo iluminar las conciencias de los fieles y de la sociedad, sino también corregir y castigar a los fieles que persisten en la comisión de graves pecados como cooperar al aborto directo y voluntario.

El fiel católico que vota, milita, o apoya a un partido abortista, está cooperando a difundir o esparcir tal pecado en la sociedad, y por tanto debe ser severamente corregido y justamente castigado. No bastan meras declaraciones doctrinales, los Obipos tienen también la sagrada obligación de blandir la vara de la severa corrección y el justo castigo.
2/10/14 11:50 PM
Grace del Tabor-Argentina
En mi país nos resulta muy, muy difícil hacerlo,dado que muchos sacerdotes no están debidamente formados.Las pastorales evitan estos temas:convivencia de parejas, misión del matrimonio de ser fecundos,método natural de regulación de la maternidad(se desconoce la Humanae Vitae);con el aborto hay una conciencia más clara.La fecundación artificial no se aborda en general desde las homilías.Hay quienes asistimos a cursos de Bioética en el Movimiento de Schoenstatt y sí aprendemos y nos interesa.La mayoría de los católicos hacen lo que les parece,sin consultar.Los jóvenes combinan,sus activas vidas misioneras con relaciones pre matrimoniales,sin que se les haga ver su error.¡Y comulgan!La opinión que toman en cuenta es la de sus amigos,tan confundidos como ellos.--¿Qué hacer? Muchas gracias por la claridad de sus palabras, Monseñor Habert.
4/10/14 4:06 AM

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