Semana clave para la reforma de la Curia

agradecco al Papa Francisco su trabajo rezo por Su Santidad y sus colaboradores

En principio, parece una muy buena idea.

Creo que es evidente que la Curia Romana necesita algún tipo de reforma aunque, evidente, desconozco en qué debe consistir dicha reforma.

En todo caso, imagino que la reforma tendrá que ir en el sentido de hacer una curia más fiel al mensaje de Jesucristo, más evangelizadora, menos preocupada por las riquezas y por quedar bien con el mundo (cada vez más secularizado, paganizado, relativista y apóstata), más cercana a los fieles, más valiente en denunciar las aberraciones morales promovidas por diversos gobiernos de diversos países, por la ONU y por diversos lobbies de presión, etc.

Quiera Dios que esta reforma se realice conforme a su voluntad y que llegue a buen término. Procuraré rezar para que así sea.

José Jacinto. Es sorprendente tu planteamiento. Hay que "reformar" la Curia, sin saber que es lo que hay que reformar. Cómo si la Iglesia no estuviera constantemente reformándose, lo que pasa que no a los gustos del mundo sino según sus propios criterios; ese es el problema para el Occidente rico que quisiera una Iglesia pobre, por no decir empobrecida. La verdadera reforma debe ser la del mundo según los criterios de la Iglesia, y no la de la Iglesia a los gustos del mundo.

Para Javier Almenar:

Creo que no me has entendido bien o que no me expresado correctamente. Yo no he dicho, ni tampoco he pretendido decir, en mi mensaje anterior, que la Iglesia tenga que reformarse según los criterios del mundo. Eso sería, evidentemente, un tremendo error. Lo que intenté decir (aunque admito que quizás no me expresé correctamente) es que la Iglesia, entre otras cosas, tiene que preocuparse más de los fieles que de quedar bien bien con el mundo, aunque ello le suponga una mayor o menor pérdida de riquezas, de honores y una mayor persecución por parte de algunos (o muchos) gobiernos o lobbies de presión que, probablemente, querrían hacer una Iglesia "a su medida". Evidentemente, la Iglesia no puede ni debe renunciar nunca a sus creencias ni a su fe, a pesar de las persecuciones que le puedan sobrevenir. Además, creo que conviene que se acerque más a los fieles en el sentido de estar más cerca de sus problemas y atenderlos personalizadamente, si fuera preciso (esto, según he podido comprobar –al menos parcialmente-, es lo que ocurre, por ejemplo, dentro del Camino Neocatecumenal –un itinerario de formación, o movimiento, si se prefiere, de la Iglesia-, aunque reconozco que aún hay muchas cosas que desconozco del mismo, porque apenas llevo unos cinco años en él).

Para Javier Almenar (continuación):

Puede que esté equivocado, pero a veces he tenido la impresión de que la Iglesia (sobre todo su Jerarquía) no ha denunciado con la suficiente valentía y contundencia los males morales de este mundo, por evitar excesivos conflictos con los gobernantes y poderosos de los diversos países y para evitar perder ciertas riquezas o beneficios, es decir, que le ha faltado carácter martirial. Además, parece ser que hay ciertas revelaciones marianas y de Jesucristo (aunque todavía no reconocidas por la Iglesia) que avalarían esta hipótesis. Mi opinión al respecto es que, de ser esto cierto, sería mejor que la Iglesia denunciase con más valentía los males del mundo aunque ello supusiera la pérdida total o parcial de lo que antes he dicho, sin querer decir por ello que yo prefiera que la Iglesia sea pobre o que se empobrezca. Pero si hay que elegir, a mi entender, la elección es clara: más vale sufrir y morir (momentáneamente, porque la Iglesia no morirá jamás) mártir y pobre que seguir viviendo cómodamente recibiendo los halagos del mundo y con riquezas. Además, si las mencionadas revelaciones son ciertas, la Iglesia se vería, probable y eventualmente, sometida a un proceso de purificación que, como es lógico, terminaría, tras superar ciertas cruces, con la victoria gloriosa de la misma.

José Jacinto, le he entendido perfectamente. Y podría haberse ahorrado su explicación que lo ha dejado a mi juicio peor. Si se "reforma" algo, hay que saber el qué, el por qué y el para qué. Nada de esto se explica, y Vd. tampopco lo aclara, simplemente, para justificar lo injustificable tiene que recurrir a los tópicos lugares comunes muy al gusto de los que no aceptan a la Iglesia. El que recibe los halagos del mundo no es precisamente Benedicto XVI, sino Francisco; lo actual sí que es preocupante, no lo anterior.

Para Javier Almenar:

La verdad es que no termino de entender sus críticas hacia mí. En cualquier caso, parece ser que el que ha tenido la idea de reformar la curia de la Iglesia es el Papa Francisco, no yo (y eso es lo que cuenta), y supongo que si lo ha hecho así es porque él mismo ha pensado que hay cosas en la Iglesia que no funcionan bien (quizás debido a un determinado informe que, al parecer, le habría entregado su predecesor el Papa Benedicto XVI, si no estoy equivocado). Espero que haya elegido a los cardenales más idóneos para realizar la reforma. Yo simplemente me he adherido a esta idea. Y no creo que sea ir en contra de la Iglesia el decir que hay cosas que, a mi entender, no funcionan correctamente, aunque, por supuesto, admito que pueda estar equivocado.

Por otra parte, si yo tuviera algo en contra de la Iglesia (pese a las imperfecciones que podría tener, desde mi punto de vista), no habría permanecido casi cinco años en el Camino Neocatecumenal (y todavía sigo en él, porque creo que es una forma de vivir más coherentemente el catolicismo).

Respecto a los halagos que parece estar recibiendo el Papa actual por parte de algunos medios progresistas, a mí tampoco me terminan de convencer, pero pienso que es posible que estén tergiversando sus palabras, que el Papa esté intentando un cierto acercamiento hacia gente no muy amiga de la Iglesia, o que dichos medios no hayan entendido bien lo que está diciendo el Papa.