Las dos sillas vacías de los obispos de China en 1998

Fallece el cardenal Paul Shan, gran figura del catolicismo chino

El cardenal jesuita Paul Shan fue relator general de la Asamblea especial para Asia del Sínodo de los Obispos que tuvo lugar en Roma en 1998. A él se debe el deseo de invitar a dos Obispos de China al Sínodo, a los que el gobierno chino no concedió el permiso para que participaran; durante el Sínodo hubo dos sillas vacías que les recordaban. Fue siempre una figura prestigiosa de la Comisión Vaticana para la Iglesia en China.

(Fides/Zenit) Existe una profunda conmoción en todo el mundo católico chino a causa de la muerte del Card. Paul Shan Kuo-Hsi, SJ, Obispo emérito di Kaohsiung, que murió ayer por la tarde en el hospital católico de GengXin, en Taipei (Taiwán). En todo el mundo católico chino, China continental, Hong Kong, Macao y Taiwán, y sobre todo en la diócesis de Kaohsiung, parroquia de la Sagrada Familia, donde esta mañana se ha trasladado el cuerpo, se han celebrado Misas de sufragio.  El funeral tendrá lugar el 1 de septiembre “con un rito sencillo y sobrio, según la voluntad que el Cardenal había manifestado en su testamento”.  Como quería el Cardenal, en  la lápida de su tumba aparecerá como epitafio la frase: “Nacido en Cristo, ha vivido en Cristo, ha muerto en Cristo: pertenece a Cristo para siempre”, en sintonía con su lema episcopal, que era:  “Instaurare omnia in Cristo”.

El Card. Shan, después de haber descubierto en 2006 que tenía cáncer, ha intensificado su compromiso para promover la evangelización, interesándose profundamente por la Iglesia en China continental. A pesar de la edad y de la enfermedad, no ha dejado de apoyar nunca a los Obispos y a los fieles chinos, como demuestra su afectuosa y prestigiosa “Carta del Card. Paul Shan a los hermanos en el Episcopado” (“A Letter from Cardinal Paul Shan to All Brother Bishops”), escrita en 2010, en la que solicitaba la unidad y la reconciliación, con espíritu de gran comprensión y fraternidad. Ha dedicado todas sus energías a la evangelización: desde noviembre de 2007 hasta abril de 2012 ha pronunciado 219 discursos, lecciones y conferencias en la universidad, en el hospital y en la cárcel de Taiwán.

El Card. Shan nació el 3 de diciembre de 1923 en Puyang (hoy en Henan), en China (diócesis de Taming). Entra en la compañía de Jesús el 11 de septiembre de 1946 en Pekín, y emite los primeros votos el 12 de septiembre de 1949, siempre en Pekín. Ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1955 en Baguio, Filipinas, de 1959 a 1961 completa el bienio de doctorado en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma. Después de un periodo en Vietnam, en 1976 es nombrado vicario Apostólico de Taipei.

El 15 de noviembre de 1979 es elegido Obispo de Hwalien.  Recibe la ordenación episcopal el 14 de febrero de 1980 y toma posesión de la diócesis.  El 4 de marzo de 1991 es nombrado Obispo de Kaohsiung, y toma posesión de la diócesis el 17 de junio siguiente. Ha sido relator general de la Asamblea especial para Asia del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en Roma del 19 de abril al 14 de mayo de 1998. A él se debe el deseo de invitar a dos Obispos de China al Sínodo, a los que el gobierno chino no concedió el permiso para que participaran: durante toda la duración del Sínodo, había dos sillas vacías que les recordaban. Ese mismo año, Juan Pablo II le crea Cardenal. Ha sido siempre una figura prestigiosa de la Comisión Vaticana para la Iglesia en China.

Pésame del Papa

Benedicto XVI ha hecho público su pesar por la muerte del cardenal jesuita chino Paul Shan Kuo-hsi, obispo emérito de Kaohsiung. El purpurado iba a cumplir 89 años el próximo 3 de diciembre. En un telegrama enviado al actual obispo de Kaohsiung, monseñor Peter Liu Cheng-chung, el papa manifiesta su gratitud a Dios por el ministerio del cardenal Shan y sus muchos años de servicio a la Iglesia.

El pontífice recuerda "su ministerio como obispo de Hwalien y presidente de la conferencia regional de obispos chinos". Expresa sus condolencias "al clero, religiosos y fieles laicos de estas diócesis y a toda la Iglesia en Taiwan" asegurando sus oraciones. Se une a cuantos lo lloran, incluyendo a sus hermanos jesuitas y encomienda su alma sacerdotal a la gracia infinita de Dios Padre. Asegura su bendición apostólica a todos los reunidos para el solemne funeral. 

"El cardenal Shan, muy amado por sus fieles, afirma Radio Vaticano, dedicó toda su vida a la reconciliación de la Iglesia en China. De él se recuerda, en particular su profunda gratitud a Benedicto XVI, por la Carta a los católicos chinos de 2007, invitando al perdón y a superar las incomprensiones y las divisiones entre los creyentes, que permanecieron fieles durante las persecuciones y los creyentes que cedieron a la debilidad. El purpurado destacó la gran vitalidad de la minoría cristiana en Asia, sin estar atemorizada por vivir como un granito de mostaza, entre otras religiones y en un contexto a menudo materialista y ateo. Solía citar a Juan Pablo II, que veía en el Tercer Milenio una nueva primavera del cristianismo".

Con el fallecimiento del cardenal Shan, el Colegio Cardenalicio queda integrado ahora por 207 miembros, de los que 118 son electores, mientras que 89 han superado la edad de ochenta años. Era el único cardenal de Taiwán. Los cardenales de la Compañía de Jesús son ahora 7, dos de ellos electores.

2 comentarios

pedro de madrid
Descanse en paz este ilustre prelado, con mucho mérito en China, que todos sabemos como allí tratan a los católicos
24/08/12 1:56 PM
Gregory
Les confieso que me hubiera gustado conocer este Obispo por su serenidad y paz trasmitia la presencia de Cristo. Nacido en Cristo, vivido en Cristo, muerto en Cristo pertenece a Cristo por siempre.
24/08/12 2:35 PM

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