PremiosHO 2014, Dr. Luis Chiva: «La victoria por la vida está ganada, es sólo cuestión de tiempo»

Buenas noches a todos.

Antes de nada, quiero expresar mi agradecimiento a HazteOir por esta distinción que considero inmerecida, pues creo ciertamente que hay muchos profesionales que podrían estar más legítimamente en mi lugar esta noche.

Hace ahora 34 años que empecé a estudiar la carrera de Medicina en la Universidad de Navarra y desde muy pronto surgió en mi formación un afecto especial hacia el embrión a través de la asignatura de embriología, donde pude asomarme al misterio inenarrable del desarrollo humano en el vientre materno.

Cualquier persona que estudie sin prejuicios la embriogénesis, quedará fascinado al observar cómo una célula única, el cigoto, formado por dos gametos de supervivencia muy limitada e incierta, se transforma en un ser de una plasticidad infinita que llega a convertirse, si no lo evitamos, primero, en un feto a término, y luego en ser humano adulto.

Una explosión de vida irrumpe con cada fecundación, dando lugar a un individuo único e irrepetible en el universo conocido; capaz de sonreír, de amar, de sentir, de llorar, en definitiva de transformar el mundo.

Este ser es, además, una persona humana en cuanto que tiene capacidad de conocerse a sí mismo y a los demás, y de saborear un deseo sin límites de felicidad y de trascendencia.

Por si esto fuera poco, los cristianos y muchos otros creyentes, tenemos la convicción profunda que cada embrión humano tiene un destino en el plano de la eternidad y que podrá ver cara a cara a su Creador para siempre… para siempre….

Todas estas reflexiones, junto al magnífico ejemplo de mi padre que era y es un extraordinario ginecólogo, me llevaron a tomar el camino de esta especialidad maravillosa.

La Ginecología te convierte en el médico de cabecera de la mujer y al mismo tiempo te da la oportunidad de ser testigo del comienzo de la vida humana, así como de ese momento indescriptible que es el nacimiento de un bebé.

Aún recuerdo el primer parto al que asistí, yo tenía sólo 14 años. Mi padre, con una delicadeza infinita, iba abriendo el camino al bebé, al mismo tiempo que animaba con palabras tiernas y firmes a la paciente. ¡Mira quién está aquí!, le decía mi padre mientras se lo depositaba en el regazo.

Aquel día asistí por primera vez al milagro. Era una realidad cósmica, inabarcable. Aquella experiencia tuvo un impacto en mi vida se metió para siempre debajo de mi piel.

Entendí para siempre que el bebé estaba revestido de una gran dignidad, pero también antes de nacer.

Los años de la Facultad fueron año convulsos para la Defensa de la Vida, en 1984 mientras en 5º de Medicina y junto a Jesús Poveda y a otros muchos, fundamos Jóvenes Provida, durante varios años mi casa fue la sede de la Asociación.

Llegó la ley, y el Hospital La PAZ, donde yo me formaba en 1988, se convirtió en centro de referencia para los abortos en el ámbito público. Tuvieron que contratar a dos ginecólogos para este fin, los 150 ginecólogos del entorno del Hospital alegamos objeción de conciencia. Fueron años donde muchos ginecólogos provida tuvimos oportunidad de ayudar a mujeres que dudaban o que se veía abocadas a abortar.

El aborto desgraciadamente poco a poco se generalizó, las clínicas abortistas privadas aprovecharon el espíritu tolerante de la ley del 85, protegidas por una sociedad que miraba hacia otro lado.

La inmensa mayoría de los profesionales seguían siendo objetores. Las cifras del aborto en España crecían de un modo exponencial hasta cifras cercanas a los 100.000 abortos anuales.

La sociedad española se anestesió y los políticos teóricamente defensores de la vida perdieron una oportunidad de oro para promover un cambio legislativo… Y así llegó la injusta ley Aido en 2010.

Desde Derecho a Vivir se llevó a cabo un trabajo intenso y muy valiente de movilización de la opinión pública.

Gádor Joya, César Nombela, Nicolás Jouve y un servidor nos reunimos con la Ministra de Igualdad en una de las reuniones más tensas que podáis imaginar donde le mostramos con toda crudeza la responsabilidad histórica a que le enfrentaba esa ley injusta y cruel.

Un grupo de ginecólogos promovimos la iniciativa «Ginecólogos por el Derecho a Vivir» que ha reunido a más de 500 especialistas de toda España. Por primera vez tuvimos un stand en el Congreso Nacional de Ginecología en Sevilla de 2011 donde tuvimos muchísimas adhesiones.

Desde esta asociación hemos promovido la objeción de conciencia y hemos intentado crear un corriente de opinión estando siempre disponibles en los medios de comunicación.

Hace unos meses el actual Ministro de Justicia, José María Ruiz Gallardón propuso un cambio legislativo que aun siendo mejorable marca por primera vez un cambio de dirección en la voluntad política de algunos gobernantes.

La propuesta del Ministro tiene especial valor por su carácter de equidad, y por su carácter educativo, toda vez que subraya el valor inviolable del ser humano defectuoso, del ser humano discapacitado, del ser humano diferente…

Este es un primer paso, que aunque parezca pequeño, es de gigante.

Desde aquí os pido, ahora, todo el apoyo que podías dar al Titular de Justicia, para que no se sienta sólo en su empeño, que es a veces discutido incluso por miembros de su propio partido.

Voy acabar estas reflexiones en voz alta con una confidencia. En Mayo del 2010, María, mi esposa y yo recibimos en casa el regalo de José María, nuestro octavo hijo. José María tiene Síndrome de Down. Ahora tiene cuatro años y podemos afirmar con rotundidad que es lo mejor que pasado por nuestras vidas.

Me gustaría gritar con fuerza a todos aquellos que consideran que la vida de estos niños no merecen la pena ser vividas que están equivocados.

Especialmente me dirijo a todos los médicos que consideran un avance irrenunciable el cribado prenatal de estos niños para que sean eliminados. Estáis equivocados. Os estáis perdiendo una fuente de amor incondicional y de esperanza.

Finalmente, quiero de nuevo agradecer este premio a Hazte Oír, y animar a todos sus socios y colaboradores especialmente en las figuras de Ignacio Arsuaga y Gador Joya, a que sigáis luchando como hasta ahora, que nos os dejéis doblegar, a pesar de las críticas, muchas veces crueles.

Adelante y enhorabuena… La victoria por la vida está ganada por anticipado, es sólo cuestión de tiempo…

Muchísimas gracias