(Los Andes/InfoCatólica) Una veintena de obispos encabezados por Mons. José María Arancedo se reunieron ayer en Buenos Aires para celebrar la 172 reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, en la que hablaron sobre el recambio de autoridades.
Fuentes eclesiásticas informaron que los obispos dialogaron también sobre la polémica que se generó a raíz de la decisión presidencial de cubrir los dos cargos vacantes en la Corte Suprema de Justicia, por lo que recordaron la necesidad de una «imprescindible» independencia de poderes.
Las mismas fuentes confirmaron que la audiencia de la cúpula episcopal con Macri quedó programada para el jueves a las 11 en la Casa Rosada, aunque precisaron que el horario está condicionado a la «apretada agenda» del primer mandatario.
La Conferencia Episcopal Argentina saludó a Macri apenas resultó ganador, mediante una carta en la que pidió a Dios que ilumine y fortalezca al nuevo mandatario «en la delicada misión» de promover el desarrollo integral de todos los ciudadanos, en particular de «los más débiles».
En tanto, generó suspicacias en ambientes gubernamentales que el papa Francisco no haya saludado ni enviado un mensaje al Presidente tras el cambio doce años de kirchnerismo, aunque envió al nuncio apostólico, monseñor Eliseo Ariotti, como su representante a la ceremonia de asunción.
Pero en ambientes eclesiásticos descomprimieron la polémica, al afirmar que se trató de una cuestión «meramente protocolar» y habitual al funcionamiento diplomático de la Santa Sede.
El jueves, en declaraciones a la prensa, monseñor Arancedo anticipó que en la visita protocolar al Presidente la Iglesia le pedirá a Macri que la lucha contra el narcotráfico forme parte de «la mesa política».
La Iglesia, contra el avance de la drogadicción
La Iglesia viene advirtiendo desde hace años sobre el avance «sin control» del narcodelito en el país y atribuyendo el crecimiento de este flagelo a la corrupción y la complicidad de las fuerzas de seguridad.
El 1 de diciembre, al presentar un nuevo documento sobre el tema, monseñor Arancedo advirtió que el avance del narcotráfico es un problema de Estado y no de un gobierno, y exhortó a toda la clase política a actuar en consecuencia, y sin chicanas políticas, para combatir este flagelo.
«Buscamos llamar la atención sobre este tema y que no se caiga de la mesa política del país. La Argentina necesita tomar conciencia y toda la dirigencia, más allá de partidos. Este es un problema de Estado, no de un gobierno», sostuvo.
«Lo malo es cuando estos temas quedan en la chicana política y no se dan cuenta de que es un problema de Estado. Todos tienen que tener la conciencia clara, oficialismo y oposición, de que esto no puede ser utilizado como apriete político. Este es un tema que está más allá», agregó.